sábado, 14 de junio de 2008

Cambios en Quemados en ausencia de Evidencia Nivel I

Cuando me hice cargo del Servicio de Quemados del Hospital de Urgencias Asistencia Pública, la tarea se formulaba en dos palabras “Mejorar los Resultados”, más preciso y urgente, reducir la mortalidad. Tenía el qué, era necesario construir un cómo.

Ese cómo no está escrito en ningún libro. No hay Bibliografía que señale que camino recorrer. Como sabemos, la evidencia nivel I es muy escasa en quemados. Predomina el criterio de expertos. Esa es la principal debilidad a la hora de introducir cambios y establecer consensos en torno a ellos. Sin embargo abordado con un criterio de Planificación Estratégica puede convertirse en una oportunidad.

A poco andar resultó evidente que lo más sencillo e inmediato era modificar el tratamiento quirúrgico. Para hacerlo basta un cirujano experto. Pero eso sólo no es suficiente. Ningún cambio trascendente puede depender, para su sostén en el tiempo, de una sola persona. Era necesario crear condiciones para que las transformaciones se mantuvieran aunque yo no estuviera. Había que intervenir planta física, equipamiento e insumos, organización, mejorar la dotación, todo lo cual implicaba nuevos recursos y, lo mas complejo, producir los cambios con el mínimo de conflictos sin detener la atención.

Dos eran los problemas más complejos. Los nuevos recursos y los cambios de conducta.

Cuando un Servicio se estanca y mantiene malos resultados por muchos años tiende a perder credibilidad. Paralelamente, en las autoridades, florece el escepticismo respecto a invertir en él. En el contexto del Sistema Público de Salud donde, primero, los recursos son limitados, segundo, existe una legítima competencia por los recursos entre Servicios y patologías tanto o más importantes que la que nos ocupa, y tercero, suele haber diversidad de criterios en su asignación, avanzar, necesariamente, requiere una negociación. Obtener nuevos recursos implicaba construir una fortaleza de negociación y un arco de alianza que diera viabilidad a un Proyecto de cambios.

Mi situación era la del afuerino. Cuando un agente externo, sin historia local, propone cambios, necesariamente encuentra resistencia. La tendencia natural parece ser la inercia, tender a seguir como se estaba, creer que las cosas son como siempre se hicieron, el cambio eleva la tasa de incertidumbre y tiende a ser visto como una amenaza. Cambiar sin detener la atención es “cambiarse de caballo en la mitad del río” la situación menos recomendable. Es necesario desaprender - aprender simultáneamente. Sin duda un momento gran exigencia para cada una de las personas.

Contaba con dos apoyos iniciales la Dra. Whittle y la Dra. Bravo y la confianza del Director de Servicio el Dr. Lastra que apostó por el cambio. Luego en un proceso se fueron sumando los demás.

La alianza con la Subdirección Administrativa liderada primero por Cesar Parra y luego por Gastón Hidalgo es lo que consigue darle forma al Proyecto y convertirlo en un documento escrito.

Sin embargo el nudo estratégico de la negociación fue establecer indicadores de resultado monitoreables prospectivamente y comprometer resultados. Señalar que reduciríamos la mortalidad de los pacientes críticos la mitad en un año y cumplirlo recuperó nuestra credibilidad externa como Servicio e interna para avalar los cambios y convencer a los dudosos.

La Incorporación del Quemado Grave al listado de patologías con Garantía resultó un factor coadyuvante que confirmó la necesidad de los cambios y la urgencia de concretarlos.

En síntesis, desde mi punto de vista, producir cambios en ausencia de Evidencia Nivel I implica: definir un objetivo sanitario, Formular un Plan Estratégico, Establecer Indicadores de resultado prospectivos, comprometer metas, cumplirlas, utilizar los resultados como herramienta de negociación interna y externa para consolidad cambios de conducta y obtener nuevos recursos.

Hicimos los cambios, conseguimos el nuevo servicio, mantenemos la mejoría de los resultados, el nivel de conflictos no impidió que todos se sumaran, recuperamos prestigio y credibilidad como Servicio. Recuperamos de manera natural la condición de Centro Formador. Estamos creando condiciones para producir evidencia de Nivel I. Este ciclo está cerrándose. Estamos listos para iniciar una nueva etapa.

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