viernes, 21 de mayo de 2010

Falleció el Dr. Rubén Acuña

Falleció el Dr. Rubén Acuña, gran cirujano de niños, diestro en los mas diversos campos de la cirugía, incluso la Cirugía Plástica. Me tocó continuar el tratamiento de pacientes operados por él veinticinco o treinta años antes y admiré sus resultados. Provinciano de Curacautín, Jefe del Servicio de Urgencia del Hospital Calvo Mackenna. Padre del Dr. Renato Acuña otro distinguido cirujano mas conocido por las generaciones actuales.

Conocí a Rubén a mi llegada como dirigente al Colegio Médico a comienzos de los ochenta. El ya estaba allí desde los setenta. Entregó al Colegio más de treinta años de su vida sin exigir nada a cambio. En los años en que los cargos eran “ad honorem”. Cuando no había mas interés que el servir a la Orden. Sólido, convencido y tenaz en sus posturas era difícil confrontarlo, debe haber mas de alguien que no lo quiso. Compartimos años en el Consejo y luego en la Mesa Directiva, el como Vice Presidente yo como Secretario General. Juntos fuimos parte de ese grupo de dirigentes que se comprometió con la defensa de la vida, de la salud y la dignidad de las personas, que desde una postura ética se unió a la causa de los derechos humanos y contribuyó a organizar un amplio movimiento por la recuperación de la democracia.

Adriana Ortiz, comprometida Secretaria del Colegio Médico, me convocó. Ella nos conoció a todos desde allá atrás, de los años setenta. Conoce nuestra historia y nuestros ritos. Nos ha podido aquilatar, comparar, saber de nuestras debilidades y fortalezas, de nuestras convicciones, de nuestras pasiones, de nuestros encuentros y desencuentros, de cómo forjamos, aun desde la diferencia, un profundo respeto y compañerismo entre nosotros mientras compartimos esfuerzos por construir mejores destinos para la Profesión Médica, para nuestros pacientes, para el país. Adriana sabía que tenía que estar para despedirlo.

Me llamó la atención la ausencia de algunos que tal vez no valoran las buenas tradiciones o quizás olvidan que construimos parados sobre los hombros de quienes nos precedieron o peor aún llegan a creer que el mundo comenzó cuando ellos llegaron.

Fui a despedirlo. En alguna ocasión dijeron que por una simple razón cronológica debería estar en la despedida. No puedo dejar de pensar que en algún lugar lo recibieron con abrazos Raúl Donkaster, Kleber Monlezun, Emilio Villarroel, Juan Luis González, Víctor Maturana, la Gabriela Venturini la Haydee López y otros cuyos nombres no me saltan ahora a la memoria. Allí estarán compartiendo una buena conversa. Que así sea. Caminamos todos hacia allá. Ellos sólo caminan delante de nosotros.

3 comentarios:

Kleber Monlezun Cunliffe dijo...

Estimado Doctor Vilegas; Muy lindas palabras y por cierto que llenas de gratos recuerdos que nunca olvidaré. En mi memoria permanecen vivos aquello momentos donde ustedes en pos de la Democracia y de la unidad del gremio médico en la época de la dictadura en nuestro país, más allá de sus diferencias legítimas, se la jugaron de verdad. Eran otros momentos, donde aquellos hombres de blanco, no sólo fueron valientes y referentes de toda una sociedad, sino que además, para nosotros, sus hijos, verdaderos héroes. Afectuosamente; Kléber Monlezun Cunliffe.

mariana acuña dijo...

Estimado Dr.Villegas:con mucha emoción he leído sus reflexiones en relación a mi padre Rubén Acuña, médico enamorado de su profesión, cálido con sus pequeños y sufridos pacientes, dirigente gremial por sobre sus convicciones políticas y luchador incansable por las causas en las que creía,que eran las de la dignidad humana y la justicia.Esto le costo no pocos malos ratos y desencuentros pero jamás claudicó.Trabajo arduamente durante cuarenta años en su amado Colegio Médico,como así también participó en varias Sociedades Médicas.Creó el Servicio de Urgencia del Hospital Luis Calvo Mackenna donde fue un jefe estricto pero muy querido por su personal.
Presidio el Consejo Regional Santiago y luego El Consejo General, en largas horas que pudo haber disfrutado con su familia. Triste fue para nosotros la ausencia de muchos dirigentes por el conocidos, extrañamos las palabras de despedida de sus dirigentes aunque agradezco la presencia del Dr.Rodriguez.Sin embargo nos emocionaron las hermosas palabras del Dr.Guillermo Dolz quien trabajo largo tiempo junto a el y lo retrato con mucho cariño. Al parecer la memoria es frágil y olvidan que si toda la familia médica disfruta de ese gran patrimonio que es el Club de Campo fue porque mi padre junto a Dr. Emilio Villarroel tuvieron la osadía de adquirir esa propiedad por lo que incluso fueron cuestionados en su momento, pero que visionarios fueron. Así tambien formó la Agrupación de Médicos Jubilados y también su preocupación derivo a las viudas, Tanta energía dedicada al Fondo de Solidaridad Gremial, etc. Reciba Ud. mis sinceros agradecimientos y mi incondicional amistad. Mariana Acuña Lawrence.

mariana acuña dijo...

Estimado Dr.Villegas:con mucha emoción he leído sus reflexiones en relación a mi padre Rubén Acuña, médico enamorado de su profesión, cálido con sus pequeños y sufridos pacientes, dirigente gremial por sobre sus convicciones políticas y luchador incansable por las causas en las que creía,que eran las de la dignidad humana y la justicia.Esto le costo no pocos malos ratos y desencuentros pero jamás claudicó.Trabajo arduamente durante cuarenta años en su amado Colegio Médico,como así también participó en varias Sociedades Médicas.Creó el Servicio de Urgencia del Hospital Luis Calvo Mackenna donde fue un jefe estricto pero muy querido por su personal.
Presidio el Consejo Regional Santiago y luego El Consejo General, en largas horas que pudo haber disfrutado con su familia. Triste fue para nosotros la ausencia de muchos dirigentes por el conocidos, extrañamos las palabras de despedida de sus dirigentes aunque agradezco la presencia del Dr.Rodriguez.Sin embargo nos emocionaron las hermosas palabras del Dr.Guillermo Dolz quien trabajo largo tiempo junto a el y lo retrato con mucho cariño. Al parecer la memoria es frágil y olvidan que si toda la familia médica disfruta de ese gran patrimonio que es el Club de Campo fue porque mi padre junto a Dr. Emilio Villarroel tuvieron la osadía de adquirir esa propiedad por lo que incluso fueron cuestionados en su momento, pero que visionarios fueron. Así tambien formó la Agrupación de Médicos Jubilados y también su preocupación derivo a las viudas, Tanta energía dedicada al Fondo de Solidaridad Gremial, etc. Reciba Ud. mis sinceros agradecimientos y mi incondicional amistad. Mariana Acuña Lawrence.